-Por favor, quédate...Te compraré lo que sea, pide lo que quieras, solo quédate.
La opresión que Dest había sentido en el pecho en todo el camino desde su casa al aeropuerto se intensificó muchísimo más al escuchar la plegaria de su padre.
Había bloqueado su mente, su corazón, había bloqueado absolutamente todo su ser durante el recorrido en el auto para evitar sentir algún remordimiento y ¿para que?, para que al ultimo momento su padre comenzará a llorar. Mirándolo con dolor recordó el show que se había creado en su familia aquella mañana por culpa de su decisión. Su madre había gritado, su padre igual, Wrath y Nick simplemente se habían mirado entre sí y Ronnie, Ronnie no hizo más que hacer pucheros, como si supiera lo que aquella decisión significaba. Todo se había vuelto un caos pero al final ahí estaba, frente al detector de metales, con su maleta en la mano. Pasando saliva alzó la vista y volvió a observar a su familia, todos estaban ahí, preparándose para dejarla ir.
-Papá...
-¿Que es lo que quieres?... - Nick aclaro su garganta y trato arduamente de no salirse de control-... Solo dilo y lo tendrás, cualquier cosa... ¿Una casa? ¿Tres autos?, solo...
-Lo que quiero es que sonrías, me abraces y me dejes ir.
-Esto...¡Esto es una estupidez y todo es tu culpa!
-Calmate ¿Quieres?... -Miley frunció el entrecejo hacia su esposo al verse implicada-... Tu y yo a su edad habíamos recorrido medio mundo, tiene derecho a hacerlo.
-¡Estas demente!
-Probablemente, pero es no es relevante en este momento.
-¡Basta!...-Pidió Dest al notar la tensión entre sus padres-... Es mi decisión, no es culpa de nadie... Todo estará bien, volveré en un mes y medio.... Ni siquiera notarán que me fui.
-¡Dios!, yo... ¡Mierd*!
Nick le dio la espalda a sí hija y cubrió su rostro con las manos. Dest suspiro y pasó la mano por su cabello alborotado antes de acercarse a él y abrazarlo. Sabía lo difícil que aquello era.
-Voy a estar bien...-Susurro pegada a la espalda de su padre-... Te llamare todos los días, incluso podemos vernos por Internet.
-¿Que hay si te pasa algo?.. - Nick se dio vuelta y la tomo por los hombros-... Europa es un continente difícil.
-No estaré sola.
-¡No lo quiero a más de 5 metros de ti!... -Espetó al asimilar los hechos-... ¿Entiendes?, lo mataré si llego a enterarme de que te puso una mano encima.... Dormirán en habitaciones separada y...
-No seas paranoico Nicholas, mi hijo es un caballero.
Liam apareció de un momento a otro con su familia detrás. Destiny no pudo evitar sonreír al ver aquello, la expresión de su padre era mortalmente cómica
-¡Tu no te metas!... - Le amenazó Nick moviéndose hasta quedar frente a él-... Todo esto es culpa tuya... Si te hubieras quedado donde perteneses nada de esto hubiera pasado.
-Sigues dramatisando Jonas... Ya te lo dije, mi hijo sería incapaz de hacer algo indebido.
-No confío en él.... Al igual que no confíe en ti hace 24 años.
-Bien, es suficiente...-Miley se interpuso entré ambos antes de que algo pasara-... Dest estará bien y Cameron se asegurará de ello.
-Cierto Nicholas...-Alison se acercó acariciando su vientre y lo miro con su ya típica mirada tierna-... Te doy mi palabray, Cameron la cuidará, en todos los sentidos posibles.
Al ver a su padre bufar Dest supo que la batalla estaba ganada, así que soltó el aire que había contenido en todo ese tiempo y caminó hacia Lana, la cual tenía en brazos a Sammy. Era una lastima no poder convivir un poco más con aquella chiquilla.
-¿Como estas? ¿Todo bien con el asunto de Brett?... -Pregunto-
-Por supuesto...-Lana sonrió con sinceridad-... ¡Que le den!, no es más que un imbécil.
-Papá lijo que te quitalia tu teléfono si lecias malas palablas.... -El regaño de Sammy las dejo completamente paralizadas-... Deja de hacelo.
-Bien, tu ganas... No diré más malas palabras.
-Pelfecto...-Él pequeño observó a Dest y sonrió-... ¿Tu también saldas de viaje como Camelon?
-Si...-Respondió con ternura-... De hecho tengo que entrar ya, el vuelo sale en 15 minutos.
-Tienes que tenel mucho cuilalo , mamá dice que no leves hablal con extlaños.
-No lo haré, te lo prometo.
-Bien.
-Cuidate Dest...-Lana se acercó y la abrazo levemente-... Y cuida de mi hermano, se que aparenta ser mayor pero en el fondo no es más que un niño.
-Hagamos un trato....-Sonrió diabolicamente e hizo una mueca graciosa-... Yo cuidaré de tu hermano si tu cuidas del mio.
-¿De Wrath?
-No, de ese otro imbécil.
Ambas miraron hacia su costado, Nicholas estaba ahí, cruzado de brazos, con una gorra roja de baseball y una expresión irritante. Lana no pudo evitar mirar a Dest asombrada, incluso con la boca abierta.
-¡Tus hermanos son gemelos!
-Shhhh... -Destiny la obligó a bajar la voz-... Si, lo son y no es tan genial como lo imaginas.
-Dios esto, esto es...
-Su nombre es Nicholas, tiene un horrible carácter y no ve más haya de un balón de fútbol... Lamento si te gustan los chicos listos.
-¿De qué hablas?... -Lana volvió su cabeza un par de veces-... Es lindo, mucho más que Wrath.
-¿Estas hablando en serio?... - Negó al verla asentir-... Dios, algo anda mal con tus ojos pequeña.
-¡Cierra la boca! y gracias.
Volvieron abrazarse, momentos después Dest se obligó a sí misma a afrontar lo inevitable.
Camino hacia sus padres y se despidió de ellos con la misma intensidad, tras recibir besos y abrazos por parte de ambos se acercó a los padres del chico que la había convencido de aquella estúpidas e hizo lo mismo. Al terminar con todos les dio un último vistazo y comenzó a andar.
Paso por el detector de metales y respondió algunas preguntas que le fueron hechas por los oficiales, estaba a punto de ingresar a la sala del vuelo cuando una voz comenzó a elevarse. Al principio optó por ignorarla pero de un momento a otro aquella voz se hizo mucho más conocida de la habitual. Sin pensarlo dos veces emprendió su camino de regreso al lugar de inspección, al llegar no pudo evitar querer llorar.
Un policía tenía retenida a Mandy. Ella se miraba enfadada pero aún así podía distinguir las lágrimas y el dolor en sus ojos. Sin duda alguna era la peor amiga del mundo, pensó.
-¡Es mi mejor amiga! ¡Solo quiero hablar con ella!.... ¿Esque acaso no sabe quien soy?, puedo hacerte perder tu trabajo amigo y...
-¿Quieres dejar de hacer esto?, todo el mundo te está viendo.
Amanda se dio vuelta entre los brazos del hombre que la sostenía con fuerza, al ver a Dest solo pudo maldecir en voz baja y luchar contra el impulso de matarla. ¿Como se atrevía a irse sin despedirse? ¿El odio que sentía en verdad era tan intenso como para no poder siquiera llamar y avisarle que se iba?
-¡Eres una estúpida!... -La acusó conforme se lanzaba hacia delante y trataba de llegar a ella. El agente solo la sostuvo mucho más-... ¡Con un demonio! ¡Sueltame!
-Esta bien oficial... -Dest se acercó cuidadosamente y sonrió-... Es de mi familia.
-¿Esta segura de ello?
-Si, solo me despedire, será rápido.
El oficial soltó a Mandy con expresión irónica. Al verla completamente libre solo se acercó y la abrazo, se quedó ahí un tiempo hasta que ella correspondió. Sabía que le había hecho daño, pero al igual sabia que no podía evitarlo. Lamentaba con toda su alma aquellas dos cosas, en verdad lo hacía.
-No puedes irte... -Amanda se separó e hizo todo lo posible por parar de llorar-...Se que no quieres verme, pero por favor no te vayas.
-Necesito hacerlo Mandy... -Susurro sin verla a los ojos-... Es la única opción que tengo para dejar todo atrás, no quiero perderte y si me quedo lo haré.
-Lamento mucho todo esto Dest, si pudiera regresar al pasado yo...
-Tenia que pasar Mandy, tenía que afrontar esto... No es culpa tuya, ni de nadie... La responsable soy yo.
-¡Mierd*!.. -Volvió a abrazarla-.... Voy a extrañarte.
-Solo será poco tiempo... -Aseguró-... Te prometo que al regresar seré yo de nuevo, te prometo que te recompensare por todo el daño que te hice, incluso saldré contigo de compras... Por ahora solo espérame y cuida de Wrath y Ronnie.
-Te amo Dest, te amo como no tienes una idea.
-Yo también, creeme... Eres la hermana con la cual puedo hacer mas que ver televisión y comer papilla.
Ambas se echaron a reír sin poder evitarlo, momentos después y tras despedirse con un beso en la mejilla Dest retomó el rumbo hacia su nueva vida.
Ingreso a la sala de vuelo con lágrimas frescas en el rostro y su boleto de avión en la mano. Esquivo a algunas personas y tropezó con otras tantas. La habitación era un desastre, la multitud se movía de un lado a otro mientras parloteavan por sus teléfonos. Tuvo que detenerse y alzarse de puntillas para buscar a Cameron, pero no tubo resultado alguno ni siquiera después de minutos. Sus esperanzas comenzaron a desvanecerse en cuanto las personas del vuelvo a Nueva York empezaban a abordar, según el itinerario aquel era el último viaje de la tarde. La garganta se le cerro y sintió como su valentía se deshacía en pedazos, él se había ido, él se había cansado de esperarla y...
"Última llamada para los pasajeros del vuelo a Roma Italia... Favor de abordar con orden y calma"
Aquello la hizo temblar y volver a la vida. Las pocas personas que quedaban en la habitación comenzaron a moverse, fue ahí cuando lo vio. Cameron estaba sentado en una de las butacas, con las manos entrelazadas y la cabeza hacia atrás, como si no tuviera prisa alguna, como si tuviera fé en verla llegar. No pudo evitar morderse el labio con alivio y analizarlo una vez más. Él era una obra de arte contemporánea con aquellos vaqueros negros y su camiseta de lino blanca, era como tener frente a ella un antiguo caballero de cruzadas.
Suspiro y sujeto con mucha más fuerza su maleta al comenzar a caminar hacia él. Debía parar con aquellos pensamientos ilógicos, no buscaba un nuevo amor, ni una aventura, lo único que deseaba era un poco de paz, solo eso.
-Creo que tenemos que abordar, el avión nos dejará.
Él alzó la cabeza de inmediato, como si hubiera esperado escuchar su voz durante mucho tiempo, lo cual la hizo sentir un extraño cosquilleo en el vientre. Al verlo ponerse de pie y mirarla como si fuera un milagro no pudo evitar retroceder y ruborizarse. Aquella era una intensidad que jamás había visto en los ojos de alguien, no era como la que su padre tenía al mirar a su madre, ni como la que Drew le había regalado en múltiples ocasiones, aquella intensidad era simplemente diferente.
-Estas aquí... -Susurró Cameron sin siquiera parpadear-...¡Dios!, estas aquí.
-Si...-Se encogió de hombros algo incómoda-... ¿Por que me vez así? ¿No visto adecuadamente para viajar a Italia?
-¡Jesús!, no... Es solo que no puedo creerlo, sinceramente yo esperaba que....
-¿Que no tuviera el valor suficiente para hacerlo?... -Él no contesto. Dest sonrió divertida -... No te preocupes yo tampoco pensé que lo haría... Pero ahora estoy aquí, la pregunta es... ¿Aun quieres que te acompañe?
Cameron no contestan, no al menos con palabras a cambio de eso le sonrió ampliamente y la tomo por el codo para indicarle el camino.
Tras entregar sus boletos y pasar por el corredor añadido al avión buscaron sus asientos. Dest tomó lugar junto a la ventana y observó por ella hasta que dieron la orden de abrocharse los cinturones. Momentos después el avión comenzó a andar, ocasionandole así que su corazón diera una sacudida y que apresara la mano de Cameron con fuerza. Sabía que aquello la hacia quedar como una idiota pero no le importaba.
-¿Le temes a las alturas?... -Negó, lo cual hizo que Cameron le regresará el apretón.-... ¿Entonces que pasa?
-Es la presión del aire... -Murmuró cerrando los ojos-... Estoy bien, mi doctor dijo que la opresión pasaría cuando el avión acendiera por completo.
-¿Que tan delicada estas?
-No tanto para que comiences a preocuparte como loco... Si vamos a estar juntos las próximas semanas debes saber que no soporto que las personas me vean como una invalida... Oh y para que no te sorprendas, tengo diabetes.
-¿Alguna otra enfermedad de la cual deba enterarme?
-No, creo que no.
-Bien, en ese caso... Mira hacia tu ventana.
Abrió los ojos y lo hizo, encontrándose así con el atardecer más hermoso que alguna vez había visto. Se quedó ahí por un largo tiempo, lo hizo hasta que el dolor en su pecho desapareció por completo. Al volver en si simplemente regreso su atención al chico que la acompañaba. Él tenía los ojos cerrados pero aún sujetaba su mano. Era increíble, pensó. Increíble y fantástico.
Lamentándose a alejó su mano de la de él y busco en su pequeña mochila unos segundos. Al encontrar lo que buscaba simplemente suspiro y lo miro. Cameron tenía su atención en ella como lo esperaba y eso volvió a intimidarla.
-¿Quieres ver ño Lic compartir uno?... -Propuso alzando los audífonos del aparato que su madre le había dado-... Será un viaje largo y me quedan 255 canciones que escuchar.
-¿Algo en especial?... -Pregunto él al tomar con gusto un extremo de cable y ponérselo en el oído-...Solo dime que no es Havy-Metal o algo así.
-No, no lo creo...-Río entre dientes y pulso play -... Mis padres son menos extravagantes.
No supo que fue lo que Cameron respondió, la voz de su padre y el blues de una triste melodía la hicieron cerrar los ojos y dejarse caer por completo en su asiento. Por alguna razón estaba exhausta.
Dest volvió en si gracias a unas suaves manos que la mecian con delicadeza. Al abrir los ojos se encontró con la misma mirada que había visto por última vez antes de caer dormida.
Despertándose por completo sonrió y se irguió en su asiento, los huesos le dolían, pero aún así era un dolor agradable y de cierta forma manejable. Dirijo su atención a Cameron en cuanto se sercioro de que todo estuviera en orden. Él se miraba al igual algo aturdido por el sueño, tenía las mejillas sonrosadas y el cabello revuelto. Sin duda alguna ambos habían sido víctimas de las canciones de cuna de su padre.
-¿Que pasa?... -Pregunto contenido un bostezo-
-Estamos a punto de aterrizar.
-¿Que?... -Sin poder evitarlo miro hacia su ventana. Era cierto, había anochecido e Italia brillaba debajo de ellos-...¿Dormimos las 7 horas de vuelo?
-Eso parece.
-¿No se suponía que teníamos que trasvordar?
-Por supuesto, lo hicimos.
-Eso no es verdad, yo no...
Se quedó muda y la vergüenza comenzó a teñirle el rostro al notar la mirada traviesa que él le regalaba. La había tomado en brazos, ¡Aquel imbécil había trasvordado un avión con ella en brazos!. No supo si golpearlo o echarse a llorar. Él estaba rompiendo todas las reglas que ella misma se había trazado mucho antes de tomar la decisión de acompañarlo.
-Oye... -Cameron se inclinó y le tomó la mano al verla alejar la mirada-...Sabía que no te agradaría, pero no pude evitarlo.
-Traspasaste la frontera española conmigo en brazos... -Masculló conteniendose -... ¡Que diablos estabas pensando!
-Pensaba en ti durmiendo como un bebé...-Soltó con voz serena-... Las primeras dos horas fueron difíciles para ti, te movías demasiado y se te dificultaba respirar... Luego por fin caíste dormida por completo, no quise arrebatarte ese sueño así que lo hice... Lo siento.
-¡Dios!, no quiero imaginar lo que los oficiales pensaron al verme inconsciente.
-Todo fue demasiado rápido, en menos de 10 minutos estuvimos en el avión, te aseguro que nadie pensó mal.
-No vuelvas a hacerlo... -Dest lo miro con seriedad al hablar-... No me gusta que me toquen ¿Entiendes?, así que evita hacerlo.
-Bien, lo comprendo... No volverá a pasar.
Mantuvieron un ambiente tensó durante el restó del vuelo. Cuando bajaron del avión y se adentraron al aeropuerto ambos se habían calmado lo suficiente como para mantenerse juntos en todo momento. A Dest no le agradaba tanto la idea, pero el lugar era grande, majestuoso e intimidante. Las personas eran refinadas y hablaban en un idioma completamente diferente al que ella sabia, su única salvación para mantenerse con vida era ser la sombra del chico impertinente que la había tocado de una forma demasiado íntima.
Tras recoger sus maletas por fin se adentraron a la oscuridad y hermosura de la noche. Se quedó paralizada por segundos. Todo era diferente, todo era mucho más hermoso. El aire, el color, absoluta todo era mucho más vivo, mucho más salvaje. Fue ahí cuando comprendió la intensidad que Cameron portaba en su ser. Si, probablemente fuera hijo de norteamericanos pero por dentro llevaba aquella ciudad en la sangre. Tenía sus costumbres, su tenacidad, su pasión. Paso saliva y lo observó recelosamente. Él estaba a unos cuantos metros de ella, sostenía las dos maletas y trataba de conseguir un taxi. Su expresión había cambiado, ya no tenía esa sonrisa torcida y expresión soñadora, su rostro se había teñido de seriedad y odiaba que fuera culpa suya. Maldiciendo internamente se dijo que tenia que ser un poco más comprensiva, él no tenía la menor idea de lo que había pasado, él no era consciente del dolor que cargaba en la espalda.
-¿Vienes?
Parpadeó y asintió al verlo abrirle la puerta de un pequeño taxi, luego simplemente entro cuidadosamente al auto.
-The St. Regis Rome, per favore... -Murmuró Cameron hacia el hombre que conducía al cerrar la puerta-
-Inteso.
-¿Que fue lo que le dijiste?...-Pregunto Dest titubeante tras la respuesta del conductor-
-Que nos llevará a mi hotel.
-Oh... ¿Sabes?, creo que debi de prestar más atención a las clases del colegio, durante todo el año lo único que aprendí fue como pedir una pizza.
Río torpemente y espero que él la siguiera pero no fue así, lo cual l hizo sentir mal. Mecánicamente y sin poder evitarlo estiró el brazos y le tomo la mano. Cameron no hizo más que verla de reojo como respuesta.
-Escucha, lo siento... No debi de hablarte así, olvidemoslo.
-Yo fui el que no debi hacer lo que hice...-Le sonrió un poco tras hablar-... No volverá a pasar, te lo prometo... No quiero que te sientas incómoda, quiero que disfrutes esto.
-Lo hago, creeme... -Dest observó hacia todos lados sin soltarlo-...Es hermoso, ¿Donde estamos?
-Ahora mismo nos dirigimos al norte de Roma, son las 2 de la madrugada así que llegaremos rápido.
-Pensé que iríamos a Venecia, tu sabes, el carnaval y esas cosas.
-Oh, lo haremos...-Cameron asintió con una sonrisa juguetona-... Pero aún tenemos tiempo, el carnaval es en 3 semanas, durante ese tiempo te daré un tour por esta hermosa ciudad... Comenzaremos aquí, luego iremos a Atenas, después te llevare Milán para que compres toda la ropa que quieras, por último podemos visitas Napoles y Florencia... Todo es hermosos y...
-¿No crees que es demasiado?... -Murmuró algo cohibida por la emoción que sentía-...Estaré bien si solo vamos al Carnaval.
-Tienes que ver todo lo hermoso que esconde este lugar Dest, no te dejaré ir hasta que lo hagas.
-La sua ragazza é bella siñore... -Él taxista dio su punto de vista al verlos por el retrovisor. Cameron simplemente asintió y se ruborizó-
-Se lei é bella.
-¿Ahora que dijo?... - Dest miró con confusión a ambos-.. ¡Mierd* debi de traer un diccionario!
-Calma, él solo dijo que eras hermosa.
-No lo soy.
-Pues él lo piensa.
-Bueno, en ese caso... Grazie.
El conductor le sonrió y asintió por el agradecimiento, después de eso viajaron en silencio.
Bajaron del auto 25 minutos después, no sin antes despedirse del amable hombre, el cual cabía destacar les había deseado un sin fin de cosas buenas en su idioma. Al estar frente al hermoso y enorme edificio Dest no pudo evitar sentirse pequeña e insignificante, después de todo llevaba unos vaqueros desgastados y un suéter color marrón que su abuela le había regalado años atrás, pero Cameron hizo desaparecer toda su inseguridad al tomarla de la mano y arrastrarla al interior del lugar.
Las instalaciones eran mucho más finas y costosas por dentro, lo cual no ayudó mucho a sus nervios. La idea de pedirle a Cameron cambiar de hotel le paso por la cabeza, pero todo rastro de ella se borro al verlo caminar hacia un hombre y abrazarlo con fuerza. Ambos se saludaron como su llegarán años siendo amigos, como si se conocieran de toda la vida. Sonrió levante y se cruzó de brazos, aquel chico resultaba ser más interesante tras cada segundo que pasaban juntos.
-Oh Marco, ella es Destiny, una nueva amiga... Dest, él es Marco, gerente del hotel.
Aquel hombre alto, rubio y de ojos color esmeralda le beso las dos mejillas efusivamente tomándola completamente por sorpresa.
-Es un gusto conocerte Destiny... -Aseguró en inglés, sin perder su acento italiano-... Toda amiga de Cameron es bienvenida en mi hotel.
-¿A sí que tiene muchas?...-Jugueteo un poco de regreso -... Vaya y yo que me sentía especial.
-Podrá tener miles, pero tu eres la más hermosa.
-Bueno, eso me hace sentir mejor.
-De acuerdo, basta... -Cameron aparento estar enfadado y se cruzó de brazos-... Primero que nada, no tengo un sinfín de "amigas"... Ahora, ¿Te importaría darnos un par de habitaciones?
-Por supuesto... -Marco rodeó el mostrador y comenzó a teclear algunas cosas en su computadora-... Aunque para ser honesto creí que compartirían habitación.
-Oh, bueno...
-Solo danos dos habitaciones Marco... -Cameron la miró sonriente antes de que ella pudiera terminar sus palabras-... Y hasme un favor ¿Quieres?, dile a alguien que suba nuestras maletas... Llevaré a Destiny a dar un paseo.
Dest no tuvo tiempo de decir u objetar alguna cosa ya que en menos de un parpadeó él la arrastró nuevamente al exterior.
En menos de 10 segundos se encontró a sí misma caminando entre aquellas calles antiguas. La estructura de todas estas era de barro y ladrillo, todo era modesto y de cierta forma clásico. Sus pies la obligaron a detenerse después de algunos minutos. No tenía la menor idea de lo que tenía planeado Cameron Hemsworth, pero tenía que aceptar que era un chico con demasiada energía.
-Tenemos que parar... -Pidió reteniendolo por la mano-... Estoy comenzando a agitarme.
-Solo falta poco...-Lo ojos de Cameron brillaban por la emoción-... Te encantará, vamos.
-¿Por que no lo hacemos mañana?
-Porque lo que quiero enseñarte se ve mucho más hermoso de noche.
Aquello fue suficiente para convencerla. Se dejó llevar por el algunos metros más, momentos después el paro su caminar y le dio la cara. Aquello era completamente extraño y rediculo.
-¿Y bien?
-Te presento...-Él hizo un silencio dramático para después abrir los brazos-...El puente de los candados de Milvio.
Al principio Dest no comprendió, pero luego y después de que Cameron se alejara de su camino todo se reveló ante sus ojos.
Conteniendo el aliento comenzó a andar con paso lento. Aquello no podía ser cierto, era imposible, era... Toda palabra se estanco en su garganta al estar sobre el punte y ver por si misma lo que siempre había soñado tener frente a sus ojos. Aquel puente era la más grande base romántica literaria por debajo del balcón de Julieta Capuleto. Pasando saliva alzó una mano y acarició suavemente las columnas de piedra que tenía al alcance, luego solo observó hacia el vacío. El agua del Tíbet brillaba de una forma espectacular, aquel líquido a la luz de la luna tenia un color violacio, casi púrpura, era como estar dentro de un cuento de hadas.
-¿Te gusta?
¿Que si le gustaba?, se dio vuelta con el corazón en un puño y contuvo el enorme impulsó de abrazarlo que la invadió. Aquello era lo más hermoso que había visto alguna vez en su vida, aquella imagen jamás se compararía con nada. Estuvo a punto de agradecerle el haber aparecido en su vida, pero Cameron la interrumpió alzando hacia ella una botella de vidrio color verde.
-¿Que es esto?
-Cerveza...-Sonrió tímidamente y se encogió de hombros al hacer una pequeña seña hacia su espalda-... Fue lo único que pude conseguir a estas horas.
-No tengo edad para beber.
-Estas en Italia y aquí si la tienes... Aunque comprenderé si no deseas hacerlo.
-No es eso... -Dudo un poco y suspiro-... Es solo que jamás e bebido en mi vida y temo reaccionar de una forma poco prudente.
-Es cerveza suave...-Le hizo saber sin querer presionarla-... Esta bien si la tomas y si no pues... Supongo que terminaré bebiendola yo.
-Solo le dare un sorbo.
Él sonrió y asintió, luego solo abrió la botella con un pequeño esfuerzo y se la tendió. Dest la tomo de inmediato y se la llevó a la boca sin pensar tanto al respecto. El líquido refresco su garganta y calentó su estómago al mismo tiempo, lo cual le agrado. Tomando otro sorbo identificó la variedad de sabores que brincaban en su boca, era una mezcla de limón, cidra y anís.
-¿Que tal?
-Nunca había probado algo tan delicioso... -Alejó la botella de sus labios y lo miro tiernamente-....Gracias.
-Solo es una cerveza.
-No, gracias por todo... Por esto, por traerme aquí, por ser malditamente amable y molesto.
-No tienes nada que agradecer...-Cameron observó su cerveza pensativo-... Me agrada tener compañía, estar aquí es un poco solitario.
-Se lo que es eso, muchas veces estar en tu propia burbuja se convierte en algo monótono.
-Exacto...-Ambos se escanearon mutuamente-... Es por eso que decidí romper esta monotonía esta vez.... Ahora dime, ¿Que te parece el puente?
-Es mucho mejor de cómo me lo había imaginado.
-¿Eso quiere decir que ya sabias de su existencia?
-Por supuesto...-Todo un gran trago de cerveza para luego apoyar su brazos en la barandilla y mirar hacia el río-... Este puente esta en la mayoría de los libros que e leído, es algo así como un mito romántico... Un mito un tanto estupido y ridículo.
-¿De qué hablas?
-Tu sabes...-Suspiro y alzó la cabeza hacia el cielo-... Desde la publicación de "Ho voglia di te" en el 2006 este lugar se a vuelto una esperanza invalida para las personas... Solo piénsalo, miles de parejas de todo el mundo vienen hasta aquí solo para poner un candado en este Puente, creyendo que así su amor durará para siempre... Este lugar no es más que una excusa para mantener viva la idea del "compromisono"... Poner una candado aquí y tirar la llave al río no garantiza nada, tu haces que el amor dure para siempre, tu y nadie mas.
-Eso...-Se acercó hasta estar a un costado de ella y rascó su barbilla pensativo-... Eso es dolorosamente cierto.
-Probablemente en este momento piensas que soy una arpía sin corazón que no cree en el amor.
-No, lo que verdaderamente pienso es que eres muy valiente al ser realista... Las personas como yo, las personas que creen en los candados en un puente se enamoran de la idea del "amor", pero luego sufren como condenados a muerte cuando se dan cuenta de que nada era lo que esperaban.
-Así que... ¿Tu eres uno de los tantos fallos milagrosos en este puente?
Cameron no contesto con palabras como era su costumbre, a cambio de eso la tomó de la mano y la condujo a mitad del puente. Al estar ahí no hizo más que buscar un poco con su mirada, al finalizar simplemente se hincó y acarició un pequeño cansado negro.
-Lo coloqué ahí hace 3 años... -Explicó sin alejar la mirada del pequeño objeto-... Y si, tienes razón no fue más que una patética esperanza.
-¿Cual era el nombre de la chica?
-Milena.
-¿Y que paso?... -Dest se dejó caer en el suelo y se recargo en los candados que se encontraban a su espalda-... ¿Te engaño?
-No, simplemente tomamos caminos separados... Aun así me torturó cada año, ella trabaja en el mismo campo que yo, lo cual quiere decir que...
-Que la veras en el carnaval de Venecia... Ahora comprendo todo.
-¿Comprendes que?...-.Pregunto extrañado y posando su vista en ella. Comprendió todo al notar el descontento en sus ojos -... No te traje aquí para usarte como una manzana de discordia.
-¿A no?... -Lo retó sin romper la conexión entre sus ojos-... ¿Entonces por que estoy aquí? Cameron.
-Por que te aprecio... ¿Es tan difícil de entender?
-¿Por que me apreciarias?, no nos conocemos en lo más mínimo.
-¡No lo sé Dest!.. -No alzó la voz pero aún así hablo con dureza. Luego solo de dejo caer junto a ella y rasco su cabeza-... Escucha, no soy la clase de persona que usa a otras para llegar a un fin, nunca haría eso, ni contigo ni con nadie... Creeme por favor.
-Es difícil...-Dest bebió el resto de su cerveza con brusquedad y disfruto del suave mareo que la golpeó-... Después de lo que e vivido no puedo dignarme a confiar en alguien.
-¿Puedo preguntar respecto a eso?
-Se que lo harás aunque diga que no... -Hizo una mueca desinteresada y bufó-... Así que da igual.
-Bien, en ese caso comenzaré con algo simple... -Hubo silencio, momentos después él dejó caer la bomba-... ¿Te gustan los chicos?
La pregunta fue tan bizarra, tonta e indignante que Dest sintió que el alcohol se le subió mucho más a la cabeza. Tras medirar un largo tiempo no pudo evitar echarse a reír históricamente. No podía creerle, él creía que sus preferencias sexuales estaban inclinadas hacia otro lado, él creía que era gay ¡GAY!... No supo si sentirse alagada u ofendida, no supo nada, simplemente se quedo ahí con las piernas y los brazos cruzados, viendo hacia el Tíbet, pensando que decir.
-Entiendo, no debi de preguntar eso.
-¿Que te hace pensar que siento atracción hacia las chicas?... -Pregunto de regreso al verlo ponerse nervioso -... Se que no soy atractiva y mucho menos extremadamente femenina pero...
-Eres atractiva, creme lo eres, de una forma especial... No doy por hecho que seas gay, solo es una duda por eso estoy preguntando... Es solo que por momentos eres tan fría y no te gusta que te toque así que...
-¿No pudiste pensar que probablemente me trituraron el corazón a sangre fría y que por eso mismo no confío en las personas?
-Por supuesto, una chica también puede romperte el corazón... ¿Que hay de la chiquilla que te miraba con un sin fin de sentimientos encontrados hace dos semana?
-¿Que chiquilla?
-La que estaba en tu salón, la chica con cabello negro y enormes ojos verdes.
-¡Dios!, pensé que eras mucho más listo... -Negó con incredulidad y sonrió como nunca antes lo había hecho-... Su nombre es Amanda, Amanda Bieber y si, tengo que aceptar que la amo, ella es una de las personas que mas amo en este mundo, pero es mi mejor amiga.
-¿Tu mejor amiga?
-Así es, la conozco desde que tengo memoria.
-Si es así... -Cameron entrelazo las manos sobre su regazo y titubeó un poco-... ¿Por que te miraba de aquella forma?
-Porque nos hemos distanciado....-Se quedo callada un tiempo, se perdió entre el sonido que el río creaba-.... Nuestra relación se rompió desde lo que me pasó.
-¿Y que fue lo que paso?
-Me enamoré... -Confesó cerrando los ojos-... Me enamoré de su hermano y todo termino mal.
Dest no esperó ninguna señal de apoyo de su parte, pero entonces él le paso un brazo por los hombros y le dio calor. Se estremeció al sentir nuevamente la protección de alguien pero aún así no se alejó, sabía que no debía permitir que ese tipo de cosas pasarán entre ambos, se lo había planteado desde días atrás, pero no podía evitarlo, necesitaba aquello, su cuerpo se lo rogaba, se lo exigía.
-¿Estas tratando de decirme que te gustan los chicos?... -Cameron rompió el silencio juguetonamente, ella simplemente sonrió como respuesta-...¿Quieres seguir hablando de esto?
-No, pero tienes que saberlo, si vas a vivir conmigo tienes que saber lo que te espera.
-Entonces dime.
-Supongo que es algo simple...-Inconscientemente se recostó mucho más sobre el cuerpo que la mantenía abrazada-...Solo pasó, ni siquiera entiendo como, ambos eramos tan diferentes, nos odiabamos.
-¿Cual era su nombre?
-No suelo decirlo en voz alta desde el día que me dejó, pero... Drew, su nombre es Drew.
-¿Como es que lo odiabas si es el hermano de tu mejor amiga?
-Él no creció en casa junto con nosotras...-Por increíble que pareciera su voz se tiñó de amargura al recordar el pasado del chico al que había amado-...Tuvo una adolescencia difícil, le deje de ver a los 14 y nos reencontramos hace algunos meses.
-¿Fue ahí cuando te enamoraste?... -Le acarició el cabello cuando la vio asentir-... ¿Tienes una idea del por qué te dejo?
-Al principio creí que lo había hecho por que no soportaba haberme hecho daño.
-¿Te hizo daño?
-No, bueno...-Dest maldijo y mordió su labio con fuerza. Era extremadamente difícil hablar-... La versión corta es esta... Él tenía enemigos, el 4 de julio pasado nos encontramos con uno de ellos, lo cual desencadenó un infierno... Me vi envuelta en toda esa catástrofe y resulte herida.
-¿Que tanto?... -Se quedo helado cuando ella tomo su mano y la colocó por encima de su vientre-.. ¡Jesús!, que demonios.
-Me apuñalaron con una navaja, el ataque iba hacia él, yo me interpuse y pues ya te imaginarás el resto.
-¿Que paso luego?
-Todo empeoró mucho más, Drew fue arrestado y tuvo que ir a juicio.
-Sigo sin entender por qué te dejo.
-Fui al juzgado... -La garganta le quemó y las lágrimas picaron en sus ojos-...Testifique a su favor aun cuando sabia que él no podría soportar que lo defendiera, no cuando por su culpa tenía un orificio en el estomago... Al final todo se resolvió, fue puesto en libertad y yo regrese al hospital... Justo en ese momento fue cuando todo se terminó para mi.
-Te dejó libre... -Susurró Cameron al comprender todo-... Él te dejó ir porque no podía soportar su culpa.
-No... -Dest negó con lágrimas en los ojos-... Todo este tiempo e tratado de escudarlo y compadecerlo cuando la verdad era otra... Él me dejo por que ya no me necesitaba, fui solo un experimento, una aventura, un conejillo de indias... Luego y tras aburrirse se fue.
-Es por eso que no quieres confiar en nadie.
-Exacto... No es personal Cameron, si soy sincera conmigo misma tengo que aceptar que me agradas, pero tengo miedo...Él me convirtió en una persona mucho más insegura de la que ya era, Drew se llevó todo de mi... Simplemente no puedo.
-Eso no es verdad... -La miró con reproche y una flamante sonrisa-.... Por supuesto que puedes, no todo está perdido... Cuando Milena me dejo sentí lo mismo que tu sientes ahora, y mirame en este momento... Estoy aquí, sobre el río Tíbet, hablando con una hermosa chica... Solo tienes que pensar positivamente.
La seguridad con la que él hablo fue tan intensa que Dest sintió como todo a su alrededor daba mil vueltas. Aquellos ojos brillaban con promesa, con pasión, eran embriagadores, incluso mucho más que la cerveza que había tomando. Inconscientemente y aun aturdida por el mar de nuevas sensaciones que aquel chico la hacia sentir alzó el rostro y presionó sus labios contra los suyos. Era una mala idea, lo sabía, su cabeza se lo gritaba, pero no le importo, a cambio de eso se acercó mucho más y lo tomo por la nuca. Cameron respondió suavemente, indeciso y el simple hecho la hizo sentir una pequeña pero importante punsada de satisfacción en el pecho. Aquello solo significaba una cosa, no estaba estrofiada, ni rota. Seguía teniendo el control de su cuerpo, de su mente, podría recuperar su corazón, Drew no era su dueño, no del todo.
Completa e irrevocablemente llena de alivio movió sus labios por última vez, para luego echarce hacia atrás. Él no estaba molesto, ni feliz al mirarlo a los ojos, la expresión en su rostro era contrariada y algo apenada.
-Lo siento... -Dest se disculpo con algo de remordimiento-... Creo que la cerveza me afecto un poco, no debi besarte.
-No te preocupes, se por que lo hiciste.
-¿A sí?
-Si...-Asintió sin soltarla-... Lo hiciste por la misma razón que yo, para demostrarte que nada a cambiado... Para darte valor.
-No voy a enamorarme de ti... -Le advirtió seriamente-... Lamento si suena demasiado crudo, pero no esta en mis planes.
-Pues te alegrará saber que tampoco está en los míos... -Se acercó tentativamente y volvió a rosarle los labios con los suyos-... Eres demasiado pequeña para mi.
-¿Entonces por que sigues besándome?
-Porque esta noche tenemos una excusa, mañana nos veremos a la cara y culparemos a la cerveza barata que bebimos sobre el farsante puente de los candados en Roma... Luego esto será solo un recuerdo, por que no volverá a pasar... No voy a jugar contigo, no como ese imbécil lo hizo.
-Perfecto, en ese caso aprovechemos nuestra escusa lo más que podamos.
Y lo hicieron. Se quedaron sobre el puente, riendo, hablando, besándose. Caminaron de regreso al hotel cuando el sol comenzó a iluminar la hermosa ciudad de Roma. Ya en su cama, a punto de caer dormida gracias al sueño y la falta de energía Dest se dijo que probablemente aquella había sido la forma más extraña con la cual había hecho amigos.
**********************
-Vamos muchacho, tienes que darme todo lo que tienes.
Joe rió entre dientes al notar la rabia en los ojos verdes que lo atravesaban como navajas, momentos después solo esquivo el ataque del chico que tenía frente a él, lo tomo con fuerza por la cintura y lo azotó contra el suelo. Era duro hacer eso y mucho más cuando la víctima era de la familia pero sabía que era necesario.
La mente de Drew tardó algunos segundos en volver a funcionar, lo cual era completamente normal debido al golpe. Mascullando una serie de blasfemias cerro los puños sobre el césped que había amortiguado si caída y se puso de pie hecho una furia. Odiaba aquello, odiaba California, odiaba los días lluviosos, odiaba a todo el maldito y jodid* mundo. Inflando el pecho y alejando los mechones de cabello mojado que se pegaban a su rostro analizó nuevamente al sujeto que se encargaba de sus put*s e inesesarias prácticas. Aquel hombre era malditamente duro de acabar y eso lo frustraba, necesitaba desquitar su odio, necesitaba verlo inconsciente sobre el suelo, no importaba nada, ni siquiera que su madre apreciará a ese idiota.
Tomando aire volvió a lanzarse contra él, logrando así impactarle un puñetazo en la mejilla, lamentablemente la satisfacción le duro poco ya que en menos de un parpadeó volvió a estar desparramando sobre el suelo. Cerro los ojos y no de molesto en levantarse esa vez, aquel no era su día, justo como él anterior y el anterior a ese. Cubriéndose el rostro con las manos y dejando que las pequeñas gotas de lluvia mojaran su piel desnuda recordó todo por lo que había pasado en aquellos meses. La lucha diaria era agotadora pero necesaria para mantenerlo ocupado y completamente limpio, pero no lo soportaba, no más. Lo que verdaderamente necesitaba o mejor dicho a quien verdaderamente ansiaba estaba a miles de kilómetros de distancia. El simple recuerdo lo dejo sin aliento y lo obligó a gritar e incorporarse. "No" se dijo mentalmente, "No vayas ahí".
-¿Estas bien hijo?
-No soy tu hijo...-Le recordó con voz terriblemente mortal. Joe asintió sin mas-... Y si, si lo estoy.
-Siento mucho haberte...
-No lo hagas, es tu trabajo y lo haces bien.... Pero no tendrás mucha suerte la próxima vez.
-Eso espero.
-Iré a darme un baño.
-Bien, luego baja a comer ¿Quieres?
-Sabes lo que pienso al respecto.
-No son ordenes mías muchacho y lo sabes.
Le dio la espalda e ignoró las palabras, no le importaba, nada importaba. Atravesó el jardín con pasos lentos y sin prestar atención a su alrededor, cuando estuvo dentro del cuarto de servicio simplemente suspiró y lloro. Las lágrimas surcaron su rostro y le nublaron la vista pero no se inmutó, aquello era normal en él, llorar cuando nadie lo veía se había hecho una costumbre silenciosa en su ser. Dejando el dolor a un lado, se deshizo de los pantalones que lo cubrían y se encerró en el baño, momentos después se metió en la ducha y dejó que el agua le recorriera el cuerpo. Cerrando los ojos y tomando la pastilla de jabón que se encontraba a un costado comenzó a lavarse. Los movimientos empezaron lentos y terminaron siendo violentos. No era suficiente, nunca lo sería, no importaba cuantas veces se duchara, la culpa y la agonia siempre lo acomparian, siempre serían parte de él.
Salio del baño tiempo después y se detuvo frente al espejo que se encontraba a pocos metros de su cama. La imagen que vio fue la misma de meses atrás, era él o al menos los restos que quedaban. Repudiandose paso una mano por su cabello excesivamente largo, un flash mental lo atacó entonces. La vio de nuevo, sintió sus manos, escucho su risa, olio su aroma. Temblando contuvo un gemido desgarrador y cerró los ojos con fuerza, como si eso pudiera ayudar, como si eso desapareciera aquellas imágenes. Ella no se iría, jamás lo haría, ella viviría en su mente siempre. Llamándose imbécil y conteniendo nuevas lágrimas dejo caer la toalla que lo cubría y comenzó a vestirse, pensar en ella solo era una pérdida de tiempo, todo se había acabado, todo estaba en el pasado.
Se adentro a los corredores de la casa principal 15 minutos después. Aquel lugar seguía siendo desconocido ante sus ojos, seguía siendo frío. Escondiendo las manos en sus bolsillos dobló en una esquina y entro a la cocina. Una serie de olores delicioso lo recibieron, eso una escena que aún no se acostumbraba a ver. La idea de huir a California y rehabilitarse había sido idea de sus padres, pero tenía que aceptar que nada había resultado como lo había planeado. Su concepto de "rehabilitación" había sido complejo, tal vez un edificio enorme con una multitud de locos incluida pero se había equivocado. Una de las mejores amigas de su madre lo había recibido en su fundación contra abusos y drogas, lo cual seguía siendo impactante para él. Aquella mujer no lo trataba como lo que era, un maldito bastardo drogadicto. Aquella mujer le abría las puertas de su casa, lo alimentaba y vestía.
Suspirando dio dos pasos dentro de la cocina, luego solo trato de no interrumpir el íntimo y de cierta forma bochornoso momento que sus ojos veían. Joe, el tipo que se encargaba de sus entrenamientos y tío de la única chica que había amado en toda su vida, abrazaba por la espalda a su esposa y le cantaba al oído la melodía que salía del televisor que se encontraba postrado en la pared. La escena era tan perfecta que no pudo evitar apartar la vista y esconder la punsada de celos que se impacto en su pecho. Aquello no era más que sal en su heridas, aquello solo lo hacía sentirse mucho más miserable de lo que ya lo hacía.
-Oh, estas aquí.
Parpadeando volvió en si y noto como la mujer de cabello castaño lo miraba con ternura. Odiaba eso, no merecía tener la simpatía de nadie, no después de lo que había hecho.
-¿Por que no tomas asiento?... -Demi le sonrió y apunto a la silla más cercana-... Estoy a punto de poner la mesa.
-Yo, yo solo...-Apretó la mandíbula con fuerza y negó-... Solo quería decir que no tengo hambre.
-No has comido nada en 2 días.
-Lo se y estoy bien con eso.
-Sabes que eso no es verdad, lamento decírtelo pero te sentaras con nosotros y comerás.
-Señora Jonas, esto no es necesario.
-Por supuesto que lo es y ya te lo dije, mi nombre es Demi... Ahora toma asiento.
-No luches contra ella hijo...-Joe hablo al verlo sentarse de mala gana, luego simplemente beso la mejilla de su esposa-...No te enfrentes a ninguna mujer, no importa lo que hagas, siempre perderás.
Drew cerro los puños bruscamente sobre el mantel de la mesa y abrió la boca dispuesto a pelear su punto de vista pero en eso la puerta de la cocina se abrió y un pequeño entro corriendo.
Su rabia se calmo e inconscientemente sonrió al ver a Adam. Aquel chiquillo era el único que lo había tratado como verdaderamente se merecía desde que había puesto un pie en esa casa y se lo agradecía. Sus miradas violentas y murmullos "irientes" lo hacían mantenerse cuerdo de alguna foforma, él lo hacía sentirse humano.
-Me han puesto una A mamá...-Adam dejo caer su mochila y alzó la hoja que sostenía con orgullo hacia su madre-....Fui el único en mi clase que la obtuvo.
-Eso es fantástico cielo... -Demi se inclino y le estampó un sonoro beso en la mejilla-... Sigue así y serás tan inteligente como yo.
-¡Oye!... -La voz de Joe estaba llena de indignación -... Yo soy inteligente al igual.
-Por supuesto amor, nunca dije que no lo fueras.
-¿Entonces por que te llevas todo el crédito?
-¿En verdad quieres discutir esto ahora?
-No, solo quiero ser tomado en cuenta.
-Adam dale un abrazo a papá ¿Quieres?... Él está algo sensible.
El pequeño obedeció la juguetona orden de su madre y se lanzó contra el hombre que le había dado la vida. Drew por su parte solo pudo removerse inquieto en su lugar al verlos.
Estuvo a punto de preguntarse mentalmente como estarían sus padres, pero la presencia de otra persona en la habitación llamo su atención. Devon apareció en su campo de visión e inevitablemente se tensó. No sabía por que pero aquella chiquilla de cabello oscuro y facciones definidas lo ponía nervioso. Ella lo miraba con anhelo, con interés y por estupido que sonará, eso lo hacía sentirse repugnante. No podía tolerar su mirada, su voz, era como si su corazón no quisiera oír ni ver a otra persona que no fuera.
..Maldijo entré dientes y se obligó a concentrarse. Tenía que dejarla ir, tenía que resignarse de una vez por todas
-¿Que hay de ti? ¿No hay un abrazo de tu parte?
-Papá, por favor... -Devon de encogió y ruborizó tras las palabras de Joe-...No soy una niña pequeña.
-¿Y eso que?, vamos... Ven aquí y dame un abrazo.
-¡Papa!
-¿Por que no dejamos este drama para después?... -Demi alzó la voz y caminó hacia la mesa con un par de platos-...Por ahora solo siéntense y coman ¿Quieren?
Todos asintieron y en menos de un parpadeó tomaron asiento. La comida transcurrió entre las charlas de Joe sobre un nuevo proyecto musical y los relatos de Adam referentes a un proyecto de ciencias fallido. Demi fue la que tomó a todos por sorpresa de un segundo a otro.
-¿Que hay de ti Drew?... -Pregunto tranquilamente-... ¿Hay algo de lo que quieras hablar?
-Supongo...-Respondió tratando de ocultar su desconcierto y mal humor-... ¿Cuando podré irme de aquí?
-Pronto...-Aseguró-... Has mejorado demasiado en los últimos meses, debes de estar orgullo se de ti mismo.
-¿Que harás cuando termine la terapia?...-Joe pregunto aquello al verlo estremecerse-... ¿Tienes algo planeado?
-Si...-Apretó el tenedor que sostenía mortalmente y asintió lentamente-... Me iré lejos.
-¿No volverás con tus padres?
-No.
-¿Por que?
No contestó, después de todo no tenía por que hacerlo, a cambio de eso tomó el vaso de cristal que descansaba a su costado y bebió un gran trago de agua. Volver a Texas era completamente inaceptable, no podía hacerlo, no después de la estupidez que había hecho. Había arruinado la vida de todos, había lastimado a las personas que mas había amado, no tenía otra opción, no había vuelta atrás. Su única salida era huir lejos, huir y resignarse ante el pasado y el...
-¡Miren es Destiny!
El corazón se le detuvo con violencia y sintió como cada maldito tendón de su cuerpo se ponía igual de rígido que una piedra, ese nombre, ahí está ese nombre una vez más. Contuvo los temblores que estaban comenzando a atacarlo y lentamente miro hacia donde Adam apuntaba. La televisión, ella estaba en la televisión. Los temblores se combatieron en espasmos y su corazón volvió a la vida al verla. Seguía siendo ella, seguía teniendo esos enormes y hermosos ojos, seguía usando vaqueros desgastados, seguía... La luz que lo iluminó se convirtió en oscuridad en menos de lo esperado, todo gracias al resto de la fotografía, todo gracias al imbécil que la sostenía. "No" pensó, ¡No!.
"Estas son las últimas fotografías de Destiny Jonas, la hija de Miley Cyrus y Nicholas Jonas... Después de haber sufrido un desagradable incidente el pasado mes de Julio la chica a decidido comenzar de nuevo".
"Basta", grito en su interior. Necesitaba que alguien apagará aquel aparato del infierno, necesitaba...
"La joven a escogido como escenario principal la hermosa ciudad de Italia y como era de esperarse no a acudido sola...El fotógrafo Cameron Hemsworth es su acompañante y tal parece que se a convertido en algo más"
Negó, lo hizo sin apartar los ojos de las imágenes. Aquello era un sueño, tenía que serlo.
"Ambos han sido captados en diferente ciudades y puntos turísticos de la ciudad ya mencionada desde hace una semana y su comportamiento no es precisamente "amigable"... La prueba de ello es esta imagen tomada en el puente Milvio al norte de Roma".
El vaso que sostenía se hizo añicos en su mano, al igual que su corazón, al igual que todo en él. La televisión se apago y todo ruido murió en la habitación fue ahí cuando todo comenzó. La violencia que no había sentido desde 6 meses atrás cayó sobre él como agua ardiente, la rabia cegó su cabeza, su alma, todo se tiñó de rojo.
Derramando lágrimas se puso de pie y salió de la cocina, los gritos de Joe y Demi hicieron eco en su cabeza. Corrió por toda la casa hasta llegar al sótano, ya ahí simplemente se dejo ir. Grito, lo hizo brutalmente, luego y completamente segado se lanzó contra uno de los sacos de box que pendían del techo. Golpeó, lo hizo una y otra vez, como si aquel objeto fuera el hijo de put* que había puesto sus repugnantes manos sobre lo que no era suyo. Iba a asesinarlo, iba a destrozar su maldito cuerpo con la manos, lo haría pedazos. Nadie tocaba lo que era suyo y ella lo era, Destiny le pertenecía.
"No habrá vuelta atrás, te olvidará, encontrará a alguien mas", las palabras de su padre escogieron ese momento para torturarlo. Se burlaron de él, se rieron de su desgracia. Negó, lo hizo si dejar de lanzar golpes y gritar como un maldito desquiciado. No, ella no podía olvidarlo, ella pertenecía a su lado, ella....El saco de box se rompió obligándolo así a caer de rodillas. Ya ahí simplemente lloro y golpeó el piso con ambos puños. Maldito fuera él, malditos fueran todos, deseaba estar muerto, ¡Por que no podía morirse!
-Oye, estas...
Una mano toco su piel inesperadamente y ocasionó que todo su auto control terminará por romperse. Aun rabiante por la ira se dio vuelta y apresó a la persona que se había atrevido a tocarlo por el cuello. Pudo haber apretado con fuerza, pudo haber trozado el hueso por la mitad, pero no lo hizo y todo gracias a la poca lucidez que le quedaba. Soltó el cuerpo que había agredido con miedo, luego solo retrocedió hasta poder sentir una de las frías paredes del sótano a su espalda. ¡Que mierd*s había estado a punto de hacer!
-¡Que infiernos estabas pensando al venir aquí!
Devon no contesto y no por que no quisiera si no por que no podía hacerlo. La garganta le quemaba y aun no podía sentir aquella brutal agarre sobre ella. Él, el chico del cual estaba perdidamente obsesionada había estado a punto de asesinarla.
-Yo solo.. -Su voz salio ronca y debil-... Solo quería asegurarme de que no te hicieras daño.
-¡Eres una chiquilla estúpida!
-No soy tan pequeña como piensas, yo..
-¡Pude haberte matado!...-Se acercó agresivamente a ella y la fulminó con los ojos-.... No eres más que una niña imprudente.
-Él que estés enfadado por lo que viste en televisión no te da derecho a comportarte como un idiota..-Espeto sin mostrarse débil-...¡Nosotros no tenemos la culpa de que estúpida de Dest te haya olvidado con otro!
Escuchar aquel nombre nuevamente lo hizo volver a perder la razón. Impulsivamente y sin remordimiento alguno volvió a lanzarse contra ella. Al tenerla acorralada en la pared más cercana, simplemente se acercó hasta poder sentir su respiración. Le importaba una mierda que los padres de aquella impertinente estuvieran dando todo de si para ayudarlo, iba a ponerla en su lugar, la haría tragarse sus palabras.
-No vuelvas a insultar a tu prima de ese modo... -Le advirtió entre dientes-... Y por tu bien mantente alejada de mi.
-No te tengo miedo... -Lo reto mirándolo a los ojos-
-Pues deberías.
Se alejó de ella con desprecio al terminar, luego solo camino hacia la salida. Iba a demostrarle a todos que estaban equivocados, iba a demostrarles que nadie podría arrebatarle lo que era suyo. Destiny estaba muy equivocada si pensaba que podría olvidarlo.
Y se tenía que ir la condenada de Dest con niñito lindo de Cameron..todo mal, esto se complica cada vez mas...mi pobre Drew, aunque se lo merece por idiota, pero sabes seria bueno que se lleve bien con Devon, así le dan celos a Dest Jajajajajaja ...pero ya quiero saber que hará Drew, porque es obvio que Dest aun lo ama, ambos se aman. Ya reencuentro de ellosssss te lo suplicoooo 😬😬
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